La ciencia es el término utilizado para describir todos los esfuerzos que amplían nuestro conocimiento colectivo y sus diferentes disciplinas pueden contribuir a la eficiencia energética: la electrónica, la química y la física son la base del progreso técnico que permite generar, distribuir y usar la energía limpia con medidas de eficiencia energética que permitan minimizar los impactos medioambientales (CO2) y generar ahorros económicos. Además, las ciencias sociales también nos aportan importantes conocimientos sobre cómo gestionar el consumo energético individual y colectivo. La cuestión que se plantea en esta mesa es cómo debe proceder la colaboración entre la ciencia y la industria para acelerar el progreso técnico y promover un cambio social hacia una gestión integral que aporte a la seguridad energética del país.